martes, 3 de enero de 2012

Agalega son dos islas



Juan Carlos Rey no deja sin referir un solo aspecto de la vida en Agalega. Tras recorrer su historia visita sus poblados, incluido Village Vingt-cinq, la breve aldea que hace de capital; o sus antiguos cementerios separados para blancos y para negros; o su única tienda donde ya admiten dinero, rupias de Mauricio; o sus lagunas donde se ven raros ibis.
Agalega, la isla que son dos, la isla del aceite, la joya de Juan de Nova, sigue siendo un paraíso para las aves marinas. Una isla con el encanto recóndito de una gente, poca en número, sencilla de condición, pero que renueva la vida humana y hace gala de un carácter risueño, discreto, y un tanto galaico, diría uno, porque es verdad -y aquí lo pueden leer bien- que Agalega existe.

Juan Carlos Rey Salgado (Palma de Mallorca 1952). Licenciado en Ciencias biológicas en 1974. Como oceanógrafo de carrera desarrolla tareas de investigación marina y pesquera en el Instituto Español de Oceanografía hasta 1988, año en que entra en la Comisión Europea, ocupando diversos puestos ligados
a negociaciones internacionales en materia marítima, pesquera y desarrollo. En 1996 es nombrado Embajador de la Comisión Europea en Papúa Nueva Guinea e islas Salomón. En 2001 ocupa el mismo cargo en isla Mauricio, Seychelles y Comores. En 2008 es nombrado Embajador de la Unión Europea en Timor Oriental. Además de trabajos científicos publicados, escribe, entre otras, para la revista de la Asociación Española de Estudios del Pacífico.

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